Gripe: cómo prevenirla y quiénes deben vacunarse
Este año, se anticipó la circulación de la influenza. La campaña antigripal y las nuevas opciones de vacunas.
Argentina lleva ya diez semanas consecutivas con una disminución de los casos de Covid, pero en este otoño una “vieja conocida” de las enfermedades virales está afectando con más fuerza: es la gripe, causada por el virus de la influenza.
Después de dos años en los que el SARS-CoV-2 fue predominante, ya a partir de diciembre del 2021 se detectó un aumento del número de casos de influenza, que fue progresivo y determinó una circulación en un período del año no habitual, ya con unos 800 casos notificados para el 10 de febrero. La influenza circula habitualmente durante fines de otoño y en el invierno, principalmente entre mayo y agosto.
Este año, la mayoría de los casos detectados son de Influenza A (conocida como gripe A) y en particular del subtipo H3N2.
Los virus de la influenza se transmiten muy fácilmente a través de gotitas y aerosoles, las pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. Provocan cuadros gripales que afectan nariz, garganta, bronquios y pueden también afectar ocasionalmente a los pulmones. Sus síntomas son:
- Aparición súbita de fiebre alta
- Dolores musculares
- Dolor de cabeza
- Tos seca
- Dolor de garganta
- Rinitis
- Malestar general
La mayoría de los afectados por los virus de la influenza se recuperan en una o dos semanas sin que haga falta tratamiento médico, pero en ciertos grupos de riesgo puede derivar en complicaciones graves, causar neumonía y en algunos casos ser causa de mortalidad.
Prevención y vacunas
Ante este escenario de mayor circulación, las autoridades sanitarias nacionales recomendaron mantener las mismas medidas de prevención que están vigentes para el Covid. Recientemente, se eliminó la obligación del distanciamiento social de dos metros, pero sí siguen vigentes otras pautas de cuidado que son fundamentales para evitar el coronavirus y la gripe:
- Usar barbijo
- Ventilar los ambientes
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón
- Evitar actividades laborales, educativas o ir a lugares públicos ante la presencia de síntomas
Para contener al virus es igualmente importante la vacunación de los grupos de riesgo. El Ministerio de Salud de la Nación ya está llevando adelante la campaña antigripal, con la aplicación de la vacuna trivalente de manera gratuita para la población priorizada:
- Personal de salud
- Embarazadas en cualquier momento del embarazo
- Puérperas hasta el egreso de la maternidad, máximo 10 días, si no recibió la vacuna durante el embarazo
- Mayores de 65 años
- Bebés de seis meses a dos años
Personas de entre dos y 64 años que presenten factores de riesgo
Tipos de vacuna antigripal
En la Argentina, están disponibles las vacunas antigripales trivalentes en el ámbito público y las tetravalentes (o cuadrivalentes) en el privado.
La diferencia entre ambas es la cantidad de cepas para las que brindan cobertura. La trivalente cubre contra la A H1N1, A H3N2 (la que tiene mayor circulación en Argentina esta temporada) e influenza B linaje Victoria. La tetravalente, en tanto, suma también el linaje Yamagata de influenza B, con lo que brinda mayor cobertura frente a las variaciones que el virus pueda tener a lo largo de la temporada.
Este año, hay en el mercado de las vacunas antigripales una novedad con el lanzamiento de la primera vacuna que no utiliza huevos embrionados en su producción, sino que se desarrolla en líneas celulares.
Estas nuevas vacunas, reflejo de la innovación de la industria en la búsqueda siempre de mejores soluciones, no sólo son una opción para los casos de alérgicos al huevo que no pueden recibir las vacunas tradicionales, sino que también reducen las mutaciones adaptativas que puede sufrir el virus en su replicación en el cultivo. Así, son más eficaces y es también una tecnología más rápida y flexible en cuanto a su producción.
Fuentes:
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación, diario Clarín
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.