Por qué los pacientes y los médicos pueden contribuir a la seguridad de los medicamentos
La campaña mundial #MedSafetyWeek busca concientizar sobre los sistemas de farmacovigilancia y promover la notificación de sospechas de reacciones adversas a medicamentos. Este año, el tema central son los roles que pueden cumplir los pacientes y los profesionales de la salud para que la seguridad funcione.
Para promover la campaña que crea conciencia sobre las reacciones adversas a los medicamentos, cada año, durante una semana, los reguladores de medicamentos y los centros nacionales de farmacovigilancia de todo el mundo comparten materiales de campaña en sus redes sociales con el hashtag #MedSafetyWeek .
El objetivo de la Semana de la Seguridad de los Medicamentos es fomentar la notificación de sospechas de reacciones adversas entre los pacientes y los profesionales de la sanidad, además de resaltar la importancia que tienen estas notificaciones para conocer mejor los posibles riesgos de los medicamentos y así poder minimizarlos.
Este año, la séptima edición de la iniciativa internacional tiene lugar del 7 al 13 de noviembre y está enfocada en la relevancia que tienen los roles de los pacientes y los profesionales de la salud para lograr que la seguridad funcione.
La #MedSafetyWeek es un proyecto del Uppsala Monitoring Centre (UMC), centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la vigilancia internacional de la seguridad de los medicamentos en colaboración con la Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos (en inglés, ICMRA). Participan autoridades reguladoras de medicamentos de 82 países, así como centros de farmacovigilancia, asociaciones de pacientes, sociedades científicas, centros sanitarios e instituciones públicas de todo el mundo.
Las campañas anteriores también abordaron cómo alentar a los pacientes y profesionales de la salud a informar todos los efectos secundarios, especialmente los asociados con vacunas (2021), tratamientos nuevos o experimentales (2020), polifarmacia (2019), niños y embarazo (2018) y productos de venta libre (2017).
La importancia de notificar los efectos
La OMS define a la farmacovigilancia como la ciencia y las actividades relativas a la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos o cualquier otro problema relacionado con éstos.
Los medicamentos pueden provocar reacciones adversas en algunos pacientes, por lo que existen medidas para monitorear continuamente su seguridad después de la comercialización.
El objetivo del monitoreo de la seguridad es obtener más información sobre las reacciones adversas conocidas y descubrir otras nuevas. Los organismos reguladores disponen de sistemas para detectar y analizar esas reacciones adversas y evitar daños a futuros pacientes.
A partir de la información que surge de las notificaciones al sistema de farmacoviligancia es posible determinar si hay que corregir la forma de tratar al paciente, alguna característica de un producto, modificar los prospectos, la ampliación de indicaciones de la droga y hasta llegar a la suspensión de su comercialización.
Además de identificar eventos adversos, la farmacovigilancia sirve para asegurar el uso racional de medicamentos, participando activamente en los procedimientos de registro, formas de comercialización, prescripción y distribución de productos farmacéuticos.
Quiénes, qué y cómo
¿Quiénes deben reportar? Entre los principales actores que participan de la farmacovigilancia, se encuentran las administraciones gubernamentales, la industria farmacéutica, los hospitales y universidades, las sociedades médicas y farmacéuticas, los centros de información sobre productos tóxicos y medicamentos, los medios de comunicación, la OMS y también los profesionales de la salud y los pacientes y/o consumidores.
Se deben reportar las siguientes reacciones adversas a medicamentos: efectos adversos, efectos secundarios inesperados, efectos colaterales, falta de eficacia del medicamento, fallas de calidad del medicamento y errores de medicación. Náuseas, vómitos, ronchas, dolor, hinchazón o cualquier otro síntoma pueden ser eventos adversos provocados por medicamentos.
“Gracias al reporte de reacciones adversas por parte de los diferentes actores y a través del análisis de esa información pueden detectarse temas de seguridad no conocidos o adecuadamente categorizados al momento de la comercialización de un producto”, explica el informe “Comunicación y Capacitación en Farmacovigilancia”, realizado recientemente por la Comisión de Farmacovigilancia de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME).
Allí se detalla que los reportes permiten actualizar la información del medicamento (prospectos, etc.) y brindar instrucciones o guías y educación para su prevención y correcto abordaje, lo que redundará en una mayor adherencia al tratamiento, evitará complicaciones y se obtendrán mejores resultados terapéuticos.
El trabajo identifica cuáles son los datos mínimos necesarios para reportar:
- Un paciente (se puede mantener anónimo, pero en lo posible detallar la cantidad de pacientes involucrados, grupo etario o género)
- Una persona que realiza el reporte (se puede mantener anónimo, pero facilitar algún dato de contacto es de importancia)
- Una descripción del evento adverso (lo más detallada posible)
- Un medicamento involucrado (incluyendo el nombre comercial y lote, si se tiene la información)
- Para una mejor evaluación del evento, es de suma importancia toda información adicional que se pueda brindar (fechas de inicio y/o fin del evento y del tratamiento, historia del paciente, medicaciones concomitantes, desenlace del evento, tratamiento del mismo, acción tomada con el medicamento por el evento, etc.) .
En Argentina, el Sistema Nacional de Farmacovigilancia se encuentra a cargo de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Para reportar, los pacientes, médicos, farmacéuticos y demás profesionales de la salud pueden hacerlo de modo online en la página del ANMAT ingresando aquí.
Fuentes:
Fuentes: Centro de Monitoreo de Uppsala, Programa de Vigilancia Internacional de Medicamentos de la OMS, Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos (ICMRA, por sus siglas en inglés), Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), Comisión de Farmacovigilancia de CAEME.
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.