Mitos y verdades del uso de los antibióticos
La resistencia antimicrobiana es un problema grave de salud global. Y la concientización, el camino para abordarlo.
La resistencia a los antibióticos es una seria amenaza para la salud pública global. Este proceso natural de resistencia de los patógenos a los agentes antimicrobianos se ve acelerado por el mal uso que se hace de ellos. Para generar conciencia sobre el tema, la Organización Mundial de la Salud, junto a otros organismos de Naciones Unidas, desarrolla del 18 al 24 de noviembre la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos.
Este año, el lema es “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos”, porque para enfrentar este problema resulta clave la responsabilidad de todos los actores del sistema: los pacientes, los médicos y los centros de salud, los farmacéuticos, la industria y el estado.
Más allá de la importancia de este tema, todavía hay mucha falta de información y también falsas creencias que derribar. Aquí, 10 VERDADERO-FALSO sobre el uso de los antibióticos y la resistencia antimicrobiana.
1. Más personas mueren cada año por la resistencia antimicrobiana que por el sida. VERDADERO. Según datos de ONUSida, en 2020 unas 680.000 personas fallecieron a causas de enfermedades relacionadas con el sida. En cambio, la resistencia antimicrobiana estuvo relacionada con casi 5 millones de muertes en el mundo en 2019, y 1,3 millones de estos fallecimientos fueron directamente atribuibles a la resistencia a los antibióticos.
2. Si tengo fiebre, hay una infección y debo tomar antibióticos para controlarla. FALSO. Los antibióticos sólo funcionan si una infección es causada por una bacteria. Si la provoca otro agente patógeno, no tendrá ningún efecto. Los antibióticos no atacan a los virus, por eso no sirven para tratar la gripe, el Covid, la gastroenteritis viral, el resfrío y otras infecciones. Es importante que los médicos solo prescriban antibióticos en el caso que sea necesario.
3. Si necesito antibióticos, puedo empezar tomando los que tengo en casa y después compro otro. FALSO. No se deben utilizar antibióticos sobrantes, ya que cada paciente y cada tratamiento es distinto y por eso el médico debe prescribir el medicamento indicado para la infección que tiene esa persona.
4. Hay que terminar el tratamiento, aunque me sienta mejor. VERDADERO. Siempre se debe concluir el tratamiento que indicó el médico, incluso si el paciente ya nota una mejoría en su estado de salud, para eliminar por completo las bacterias que causaron la enfermedad. Si no se utilizan estos medicamentos según la indicación del profesional, es probable que haya que volver a tomarlos otra vez más adelante.
5. Las vacunas ayudan a prevenir la resistencia antimicrobiana. VERDADERO. Las vacunas contra enfermedades bacterianas (como la triple bacteriana contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa, y la antineumocócica) lograron reducir la cantidad de infecciones y también el uso de antibióticos para tratarlas. Además, por su mecanismo de acción, las vacunas son menos vulnerables a la resistencia que los antibióticos.
6. Si un antibiótico deja de funcionar contra una bacteria, se lo puede reemplazar rápido por otro. FALSO. Por el propio mecanismo de resistencia antimicrobiana, los antibióticos existentes son menos eficaces contra las bacterias. Y, si bien la industria biofarmacéutica está en constante búsqueda de nuevos y mejores antimicrobianos, la elaboración de un nuevo antibiótico es un proceso largo y costoso, que puede demandar entre 10 y 15 años y más de 1.000 millones de dólares.
7. El problema de la resistencia antimicrobiana excede a los seres humanos. VERDADERO. La mayor cantidad de antibióticos no se utiliza para enfrentar infecciones en las personas, sino en la sanidad animal. El problema de la resistencia antimicrobiana debe abordarse de manera integral junto con la veterinaria, ya que en estos casos también es imprescindible un uso racional y responsable de los antibióticos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios.
8. Los antibióticos muy comunes son de venta libre. FALSO. Ningún antibiótico es un medicamento de venta libre. Estos fármacos siempre deben ser prescriptos por un médico y el farmacéutico debe expenderlos bajo receta archivada. Esto significa que el paciente debe entregar la receta original y una copia o duplicado que queda archivada en la farmacia. Además, en la receta tiene que constar el diagnóstico por el que se indica el uso del medicamento.
9. Si estoy amamantando no puedo tomar antibióticos. FALSO. La mayoría de los medicamentos son seguros para tomar durante la lactancia. No obstante, siempre se debe consultar al médico y seguir sus indicaciones respecto del uso de los antibióticos.
10. La resistencia antimicrobiana es un problema sin solución. FALSO. El de la resistencia antimicrobiana es un problema grave, pero con un abordaje multisectorial puede controlarse. Los pacientes tienen un rol importante en este sentido, ya que -además de utilizar responsablemente los antibióticos- pueden contribuir a prevenir la resistencia antimicrobiana manteniendo el calendario de vacunas al día y teniendo una buena higiene para prevenir enfermedades.
Fuentes:
Fuente: Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, FIFARMA, Ministerio de Salud de la Nación, Mayo Clinic