Parkinson: la importancia del alerta temprana
Los primeros síntomas del parkinson suelen comenzar a partir de los 60 años. Problemas al caminar, lentitud, rigidez y temblor leve son señales de alerta. Qué dicen las últimas investigaciones.
En la mayoría de las personas, los síntomas de enfermedad de Parkinson aparecen a alrededor de los 60 años o más. Sin embargo, de un 5 a un 10 por ciento de los pacientes los sufre antes, en lo que denomina “inicio temprano” de la enfermedad.
Un estudio hecho en 2015 en Francia halló indicios de que los hombres tienen un 50 por ciento más de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson que las mujeres.
Los síntomas se van desarrollando en forma gradual. A menudo comienzan con un ligero temblor en una mano y sensación de rigidez en el cuerpo. Los problemas de movimiento pueden comenzar en un lado del cuerpo y luego afectar gradualmente a ambos. Con el tiempo, se desarrollan otros síntomas y algunas personas llegan a sufrir demencia.
Esta catarata de cambios es el resultado de una caída en los niveles de dopamina del cerebro. Esta sustancia tiene un rol muy importante en el envío de mensajes a la parte del cerebro que controla el movimiento y la coordinación. Es por eso que la disminución de dopamina puede originar que a las personas les resulte difícil controlar sus movimientos.
Signos de alerta
Hay algunos signos tempranos de la enfermedad de Parkinson y es fundamental detectarlos cuanto antes.
– Movimiento: puede haber temblor en las manos.
– Coordinación: disminuye, junto con el equilibrio, y puede provocar que las personas dejen caer objetos que están sosteniendo o que ellas mismas se caigan.
– Marcha: la postura de la persona puede cambiar, por lo que se inclinan ligeramente hacia adelante. También puede ser que arrastren los pies al caminar.
– Expresión facial: puede verse rígida, debido a cambios en los nervios que controlan los músculos faciales.
– Voz: temblorosa o muy baja.
– Escritura: es más apretada y con letra más pequeña.
– Sentido del olfato: hay una pérdida notoria.
– Problemas de sueño: un estudio publicado en 2015 los describe como un “predictor poderoso” de la enfermedad de Parkinson y de algunas otras afecciones neurológicas.
Otra sustancia que se reduce con la enfermedad de Parkinson es la noradrenalina, importante para controlar muchas funciones automáticas del cuerpo, como la circulación de la sangre. En el Parkinson, las terminaciones nerviosas que producen este neurotransmisor mueren y esto explica por qué los pacientes experimentan, además de los problemas de movimiento, otros como fatiga, estreñimiento e hipotensión ortostática, cuando la presión arterial cambia al ponerse de pie, lo que provoca mareos.
Muchas personas piensan que todos o algunos de estos síntomas son signos normales de envejecimiento. Pero esto no es así, de manera que es muy importante que, ante ellos, la persona realice una consulta médica con el especialista: entre más temprano el diagnóstico, más probabilidades hay de que el tratamiento resulte efectivo.
Nuevos estudios y tratamientos
¿Por qué aparece la enfermedad? Hay diversas hipótesis, ninguna concluyente en el sentido de que habría estrecha relación entre lo biológico y el medio ambiente. Por ejemplo, un grupo de científicos informó en 2017 en la revista científica Journal of American Medicine Academy (JAMA) que habían encontrado evidencia de un posible vínculo genético entre el Parkinson y las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoidea.
Hasta ahora no hay un modo de revertir el Parkinson, sino un tratamiento con fármacos que busca compensar la pérdida de dopamina del cerebro e intenta suavizar los síntomas motores.
Pero, ¿qué pasa si los síntomas motores no comienzan con la muerte de las neuronas dopaminérgicas? Si este fuera el caso, podrían cambiar la forma en que los investigadores y los médicos entienden la enfermedad y la manera de tratarla.
Un nuevo estudio llevado a cabo en Corea del Sur encontró que los síntomas de la enfermedad de Parkinson aparecen antes de la muerte prematura de las neuronas dopaminérgicas.
Según este hallazgo, antes de que estas neuronas mueran, dejan de funcionar, es decir que ya no producen correctamente la dopamina, y esto desencadena los síntomas asociados con la enfermedad de Parkinson.
Los investigadores también encontraron una manera de restaurar la función de las neuronas productoras de dopamina. Al hacer esto disminuyó la gravedad de los síntomas motores asociados con la enfermedad de Parkinson.
Los ensayos clínicos continúan en torno a las terapias génicas, tal como plantea un reciente artículo publicado en la revista Nature, y están dirigidos a tratar el soma de las neuronas en vez de los axones, como mayoritariamente se había hecho hasta ahora. Esta investigación no solo permitirá estudiar el papel de la deficiencia del complejo 1 en la enfermedad, sino que también proporcionará un modelo con el que evaluar el potencial de las estrategias terapéuticas.
Fuentes:
Moisan F, Kab S, Mohamed F, et al. , Parkinson disease male-to-female ratios increase with age: French nationwide study and meta-analysisJournal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry 2016;87:952-957. Genome-wide Pleiotropy Between Parkinson Disease and Autoimmune Diseases, JAMA Neurol. 2017 Jul 1;74(7):780-792. doi: 10.1001/jamaneurol.2017.0469. Autoimmune rheumatic diseases and the risk of Parkinson disease: a nationwide population-based cohort study in Taiwan, Ann Med. 2018 Feb;50(1):83-90. doi: 10.1080/07853890.2017.1412088. Epub 2017 Dec 20. Aberrant Tonic Inhibition of Dopaminergic Neuronal Activity Causes Motor Symptoms in Animal Models of Parkinson’s Disease, January 09, 2020, DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2019.11.079
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