¿Por qué es importante la protección solar?
Exponerse al sol sin protección puede tener efectos muy nocivos: manchas, arrugas, aumento del número de lunares, cáncer de piel y variadas alteraciones oculares.
Tomar unos minutos de sol durante los horarios permitidos es muy importante para sintetizar vitamina D, un nutriente esencial para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir infecciones respiratorias virales y bacterianas. Siempre se supo que es vital para el cuerpo humano, pero es probable que durante la pandemia por Covid-19 se haya tomado más noción.
Entre otros beneficios, además, la vitamina D que proviene del sol fortalece huesos y dientes, equilibra el colesterol, disminuye la presión sanguínea, ahuyenta la depresión y brinda energía. Sin embargo, exponerse al sol también es la principal causa del envejecimiento cutáneo y aumenta las probabilidades de sufrir enfermedades en la piel.
La piel es un órgano vital del cuerpo, ya que es el más grande en dimensiones: recubre a todo el organismo y se encuentra siempre expuesto.
Qué son los rayos UV
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) explican que el sol emite un conjunto de radiaciones electromagnéticas y parte de ellas pueden alcanzar la superficie de la tierra: son los llamados rayos ultravioleta (UV), luz visible e infrarroja.
Los rayos UV que alcanzan la superficie terrestre y producen más daño son los ultravioleta B (UVB), responsables de las quemaduras solares (manchas rojizas, edemas, ampollas) y que originan engrosamiento de la capa más externa de la epidermis, disminución de la capacidad del sistema inmunológico y cáncer de piel.
Los ultravioleta A (UVA) prácticamente no producen manchas en la piel, pero sí le dan color, es decir, la broncean; ocasionan alteraciones del ADN, envejecimiento de la piel, carcinogénesis (la posibilidad de originar un cáncer), potenciación de los efectos nocivos de UVB, quemaduras y reacciones alérgicas.
A continuación, las cinco razones principales por las cuales hay que protegerse del sol:
1) El sol es la principal causa de envejecimiento y enfermedades de la piel. Las consecuencias más reconocidas a largo plazo son el envejecimiento cutáneo prematuro -con la aparición de manchas y arrugas- y aumenta las probabilidades de sufrir enfermedades en la piel: incremento del número de lunares, cáncer de piel y variadas alteraciones oculares.
2) La piel es el órgano más grande del cuerpo y el más expuesto. Proteger la piel debe pensarse como el cuidado de un órgano vital del cuerpo, ya que es el más grande en dimensiones, recubre a todo el organismo y se encuentra siempre expuesto.
3) El sol y sus rayos solares pueden quemar la piel incluso los días fríos o nublados. Si bien la mayoría de las personas pone el foco en la protección de la piel durante los meses de primavera y verano, los especialistas insisten en que los rayos solares pueden dañar la dermis incluso los días nublados o de frío. Además, es muy importante tener en cuenta que la arena, el agua y la nieve pueden reflejar rayos UV dañinos, lo que genera que la piel también se lastime.
4) La radiación solar pasa a través de los vidrios. Por eso, es necesario ponerse protector solar, aunque se viaje en auto o en algún medio de transporte.
5) El cúmulo de sol genera fotodaño. Al realizar ejercicio o deportes al aire libre, el cúmulo del sol en la piel expuesta puede llevar a un fotodaño importante, es decir la agresión que produce la radiación solar en la piel con aumento de arrugas y manchas en la piel.
Cómo prevenir los efectos indeseados del sol
- Evitar el sol principalmente entre las 10 y las 16 horas. Recordar que cuanto menor sea la sombra que produce el cuerpo, más intensa será la radiación del sol.
- Priorizar la sombra: Buscar árboles o sombrillas. Los bebés y los niños pequeños siempre deben mantenerse a la sombra.
- Protegerse aun en días nublados: Las nubes no atenúan la radiación UV y algunas incluso pueden actuar como espejo, incrementando la intensidad de los rayos.
- Cuidado con las superficies reflexivas: (como nieve, agua, arena y cemento).
- Tener en cuenta que los rayos UVA atraviesan los vidrios: (ventanas de autos y hogares, etc).
- Vestimenta: Se recomienda usar prendas de colores claros porque los oscuros absorben más la radiación. Utilizar sombreros de ala ancha, anteojos de sol y bálsamo labial con factor de protección.
- Factor de protección solar (FPS): Hace referencia al tiempo requerido para que la radiación UVB del sol provoque un enrojecimiento en la piel. Por ejemplo, si se coloca un protector con un FPS 30, demorará 30 veces más en enrojecerse que en el área no protegida. Se aconseja usar protectores solares con FPS igual o mayor a 30 y aplicarlo generosamente 30 minutos antes de la exposición solar. No olvidar orejas, cuello, dorso de manos, pies, labios y cuero cabelludo. Y repetir su aplicación cada 2 horas y después de sumergirse en el agua o sudar.
- Evitar el uso de bronceado artificial (camas solares).
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud (OMS)/ Sociedad Argentina de Dermatología (SAD)
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.