Cómo la pandemia puso en evidencia la importancia de los diagnósticos
El diagnóstico tiene un enorme potencial en la lucha contra las enfermedades y en la obtención de mejores resultados sanitarios en la población. La pandemia por Covid-19 puso el foco en la preparación que se necesita para evaluar, analizar e identificar las diferentes variables de la atención de la salud.
A menudo, no se comprende por completo, o bien se pasa por alto, el valor que tienen los diagnósticos precisos en materia de salud. Pero la situación actual de pandemia posicionó a las pruebas de evaluación médica en un lugar hacia donde apuntan todas las miradas, y así se comenzó a visibilizar su importancia y el impacto que tienen para los pacientes y la sociedad.
En mayor o menor medida, la evidencia de la necesidad de los diagnósticos irrumpió en los 193 países afectados por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad conocida como Covid-19 y que, hasta mediados de junio, infectó a más de 8 millones de personas y provocó más de 444.000 muertes en todo el mundo.
Herramienta clave en la atención médica
Varios estudios a nivel mundial demuestran que las pruebas de diagnóstico son una herramienta indispensable en la práctica clínica. En primer lugar, porque proporcionan información crítica en cada paso de la ruta del paciente: desde el pronóstico, los estudios preventivos (cribado), el diagnóstico hasta el seguimiento de la progresión de la enfermedad y la predicción de las respuestas al tratamiento.
Y también porque cumplen un papel cada vez más importante en la prestación de asistencia sanitaria personalizada y rentable, basada en el valor. Aún así, el valor de la información de diagnóstico a menudo no es completamente reconocida por los sistemas de salud.
Es que la investigación y el desarrollo del diagnóstico ayuda a desarrollar productos y soluciones que conducen a una atención más centrada en el paciente y basada en los resultados. Esto contribuye a permitir que los profesionales de la salud puedan realizar diagnósticos correctos en el momento correcto.
Influye en el 70% de las decisiones clínicas
Uno de esos trabajos fue realizado por MedTechEurope, la asociación comercial europea que nuclea a las industrias de tecnología médica y que cada año publica las estimaciones de mercado de la industria de diagnóstico en Europa. El informe correspondiente a 2018 muestra que los resultados de las pruebas de diagnóstico in vitro (IVD, in vitro diagnostic, por sus siglas en inglés) como se denomina técnicamente la variable, influyen hasta en un 70% de las decisiones clínicas, mientras que los IVD representan solo el 0,8% del total del gasto sanitario.
Los resultados obtenidos en Europa indican una escasa toma de conciencia del gasto sanitario real (HCE, por sus siglas en inglés, healthcareexpenditure) en los diagnósticos, pero un alto valor atribuible de los procedimientos de diagnóstico para el manejo del paciente.
Las cifras, que incluyen datos macroeconómicos y de gastos sanitarios de 27 países, señalan que los IVD son una parte esencial de la atención médica actual. Se utilizan para diagnosticar y evaluar las predisposiciones a las enfermedades, contribuyendo así a gran parte de la información médica disponible sobre un paciente. Y, dependiendo de la patología, las soluciones diagnósticas ayudan a reducir las estadías en los hospitales y las convalecencias, permiten desarrollar estrategias de tratamiento específicas, evaluar el riesgo potencial de desarrollar una enfermedad y mejorar el manejo del paciente crónico, dando como resultado una población más saludable y un crecimiento económico a largo plazo.
Otro trabajo publicado en la revista académica PLOS ONE, que edita la organización PLOS -con sede en San Francisco, Estados Unidos, dedicada a la capacitación de investigadores en ciencia y medicina-, también aborda el valor de las pruebas de diagnóstico in vitro en la práctica médica. El informe de situación elaborado por especialistas de Estados Unidos, Suiza, Alemania, Bélgica y Sudáfrica, señala que los IVD ordenan el 66% de la toma de decisiones clínicas y representan aproximadamente entre el 2,3% y el 1,4% del gasto en atención médica en los Estados Unidos y Alemania, respectivamente.
En la publicación se informa que hay más de 40.000 productos IVD diferentes disponibles que brindan información a médicos y pacientes sobre una gran variedad de afecciones. Son dispositivos médicos como reactivos, calibradores, materiales de control, kits, instrumentos, aparatos y equipos. Comprenden desde marcadores para la química inorgánica (electrolitos, toxinas y metales pesados) y marcadores para la química orgánica-bioquímica (proteínas, lípidos y carbohidratos), hasta los procedimientos biológicos moleculares (secuenciación y PCR), utilizados actualmente en todo el mundo para la detección del virus SARS-CoV-2.
En una suerte de síntesis de los beneficios que brinda la información de los diagnósticos, el trabajo de MedTechEurope ofrece un cuadro gráfico e ilustrativo que resume los aportes a cada sector: a los pacientes les da seguridad, empoderamiento, satisfacción y el valor de saber y decidir; al sistema de salud, el triaje de pacientes -instancia de clasificación según un sistema de prioridades para proporcionar asistencia médica necesaria-, y la posibilidad de evitar el costo de la progresión de enfermedades, tiempos de espera y eventos adversos. En tanto, a los proveedores, el manejo de costos operativos, y a los profesionales de la salud, respuestas clínicas rápidas y adecuadas.
Fuentes:
MedTechEurope; PLOS ONE Journals; Coronavirus Resource Center – Universidad John Hopkins; Ministerio de Salud; Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.