Esclerosis múltiple: síntomas y tratamientos
Hoy existen diversos esquemas de tratamiento que contribuyen a mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta mayoritariamente a personas jóvenes y si no se controla, puede generar diversos grados de discapacidad. Es una patología progresiva y, afortunadamente, en las últimas décadas se han desarrollado numerosos medicamentos que en muchas ocasiones logran frenar el avance de la EM y así mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Si bien no hay datos precisos en Argentina de cuál es su prevalencia exacta, un estudio realizado en 2012 por neurólogos del Hospital Italiano de Buenos Aires estimó que hay 17 casos cada 100.000 habitantes.
Síntomas
Los síntomas de la EM pueden variar según cada paciente e incluso en la misma persona durante el curso de la enfermedad, dependiendo de dónde se encuentren las fibras nerviosas afectadas. Estos son algunos de los signos más frecuentes que ameritan la consulta al médico cuando se presentan sin una causa aparente:
- Entumecimiento o debilidad en una o más extremidades
- Hormigueo o dolor en el cuerpo
- Sensaciones de choques eléctricos que se producen con ciertos movimientos del cuello, en especial, al inclinarlo hacia adelante
- Temblores
- Falta de coordinación o marcha inestable
- Mareos
- Fatiga
- Pérdida de visión parcial o completa, por lo general en un ojo a la vez, y dolor al mover el ojo
- Visión doble prolongada o borrosa
- Balbuceo
- Problemas con la función sexual, los intestinos y la vejiga
Tipos de esclerosis múltiple
Entre el 85% y 90% de los pacientes tienen el tipo recurrente-remitente. La enfermedad se manifiesta con períodos con síntomas nuevos o recaídas que pueden durar días o semanas, que luego mejoran de manera parcial o total, a las que les siguen períodos de remisión que pueden durar incluso años, para otra vez aparecer ciclos de recurrencia. Más adelante, puede derivar en un empeoramiento del estado de salud.
Por último, el 10% del total de los pacientes con EM son diagnosticados con el tipo primario-progresivo, con un avance constante de los síntomas.
La progresión varía según el paciente, y los grados de discapacidad que puede generar la enfermedad son también muy distintos.
Tratamientos
Si bien aún no se cuenta con una cura definitiva, se han desarrollado nuevos tratamientos para manejar sus síntomas. Además de los medicamentos que se indican para tratar a los pacientes durante los episodios, la industria farmacéutica ha avanzado notablemente en las llamadas terapias modificadoras de la enfermedad (DMTs por su sigla en inglés), que reducen la frecuencia y severidad de los episodios y también el daño neurológico. Existen distintos medicamentos con esta acción terapéutica específicos para la esclerosis recurrente-remitente o para la progresiva primaria.
Además de los fármacos, la fisioterapia puede ayudar al paciente con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y el acompañamiento terapéutico o grupos de autoayuda también puede contribuir al manejo emocional de la patología.
Fuentes:
Esclerosis Múltiple Argentina, Mayo Clinic, Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., Economic burden of multiple sclerosis in a population with low physical disability, Esclerosis múltiple en la Argentina: revisión sistemática y meta-análisis
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.