La OMS busca identificar patógenos que tendrían el potencial de causar una nueva pandemia
Un equipo de 300 expertos analiza la evidencia disponible sobre 25 familias de virus y bacterias. Qué es la “enfermedad X”.
La suba de casos de Covid-19 en Argentina, como está ocurriendo también en otros lugares del mundo, es la prueba de que la pandemia no terminó. De hecho, el titular de la Organización Mundial de la Salud advirtió sobre la posibilidad de la aparición de una nueva variante del SARS-CoV-2 de mayor mortalidad.
El Covid-19 sigue entre nosotros, pero -al mismo tiempo- también se encuentra latente la posibilidad de que otro patógeno pueda causar una epidemia o pandemia. Por eso, la OMS puso en marcha un proyecto científico global para adelantarse a ese futuro escenario.
Esta iniciativa, no obstante, no es nueva. Ya en 2017, el organismo había publicado su primera lista de agentes patógenos con potencial pandémico. Se engloba en un programa de I+D de la agencia de Naciones Unidas, que tiene el objetivo de elaborar hojas de ruta para establecer prioridades de la investigación.
Ahora, más de 300 científicos de la comunidad internacional están trabajando para analizar la evidencia que existe y actualizar esa lista de patógenos prioritarios sobre los que se requiere más investigación e inversión, según informó la OMS en un comunicado. Explicó que los criterios que utilizarán para actualizar esa lista serán científicos y de salud pública, pero también se atenderá el impacto socioeconómico, el acceso y la equidad.
Los virus prioritarios
Los expertos de la OMS podrán el foco especialmente en 25 familias de virus y bacterias que tienen potencial de generar una nueva pandemia: se espera que publiquen su nueva lista durante el primer trimestre de 2023. Según la nómina actual, además del Covid-19, estos son los virus y bacterias que el organismo prioriza por sus riesgos potenciales de causar una emergencia de salud pública:
- Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo
- Ébola
- Zika
- Enfermedad por el virus de Marburgo
- Fiebre de Lassa
- Síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS)
- Síndrome respiratorio agudo severo (SRAS)
- Enfermedad por el virus de Nipah
- Infecciones por henipavirus
- Fiebre del Valle del Rift
La enfermedad X
Si bien la OMS monitorea virus y bacterias con potencial pandémico, siempre existe la posibilidad de que una enfermedad hasta ahora desconocida sea la que cause un brote. Aunque los coronavirus estaban en la mira desde hace años, eso fue lo que ocurrió con el SARS-CoV-2.
Por eso, en este plan de trabajo los especialistas también contemplan la llamada “enfermedad X” que, explica la OMS, “representa el conocimiento de que una epidemia internacional grave podría ser causada por un patógeno que actualmente se desconoce que cause una enfermedad humana”.
Este programa de investigación busca, justamente, estar preparados de manera “temprana y transversal” para actuar en el caso de un brote de un patógeno desconocido.
Este punto, el de la preparación temprana, es clave para dar respuesta a una potencial nueva pandemia. De hecho, es uno de los puntos relevantes que señaló la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA), que en sendos informes analizó cuáles fueron las lecciones que nos dejó el Covid-19 y cómo mejorar la reacción ante futuras pandemias.
Como explica IFPMA, la vigilancia epidemiológica es una prioridad porque el acceso a la información sobre los patógenos es el primer y crucial paso para dar con testeos, tratamientos y vacunas.
En el caso del SARS-CoV-2, los primeros casos de neumonía en Wuhan se notificaron el 21 de diciembre de 2019, y el 11 de enero de 2020 ya se conocía su secuencia genética completa, lo que permitió que el primer lote clínico de la vacuna de Moderna estuviera listo el 7 de febrero. No sólo es entonces fundamental la vigilancia epidemiológica, sino también que la información genética se comparta en la comunidad científica.
En este sentido, la industria biofarmacéutica asumió el compromiso de investigar estos agentes patógenos con potencial pandémico, para definir un portfolio de vacunas, tratamientos y tecnologías candidatas.
Vigilancia epidemiológica, intercambio de información e I+D preventiva son acciones necesarias para enfrentar con eficiencia una posible nueva pandemia, pero no las únicas; también es necesario invertir en fortalecer los sistemas de salud y la capacidad productiva, optimizar la coordinación de los estudios clínicos y agilizar y flexibilizar los marcos regulatorios y contractuales para garantizar el acceso a vacunas y tratamientos.
Fuentes:
Fuente: Organización Mundial de la Salud, Preparando a la sociedad frente a futuras pandemias (IFPMA), Aplicando las lecciones aprendidas del Covid-19 para crear un mundo más saludable, seguro y equitativo (IFPMA), diario Clarín
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.