Resistencia antimicrobiana: avances para llegar a nuevos antibióticos
El fondo que impulsa la industria farmacéutica ya realizó sus primeras inversiones. Por qué es tan difícil que se lancen antimicrobianos al mercado.
Si bien en los últimos dos años y medio la pandemia de Covid-19 dominó la agenda de la salud pública global, existe otra grave y urgente amenaza, con un enorme impacto en la vida de las personas, la economía y la sustentabilidad de los sistemas: la resistencia antimicrobiana. Este fenómeno de larga data tiene un componente al que la industria biofarmacéutica está atacando directamente: la necesidad de antibióticos nuevos y eficaces.
La resistencia de las bacterias a los antibióticos es un proceso normal en su evolución, pero en los últimos años se vio fuertemente acelerado por el mal uso que se hace de estos fármacos tanto en la medicina humana como animal. Las principales razones que derivaron en un problema con consecuencias severas son la utilización incorrecta por parte de los pacientes y prescripciones inadecuadas por parte de los profesionales.
Los antibióticos actuales pierden eficacia y esto genera que cada vez más enfermedades sean más difíciles de tratar. Esto está ocurriendo, entre otras, con la neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis. A mayor dificultad para curarlas, los pacientes están más días internados, aumenta la mortalidad y también se elevan los costos médicos, además de los costos indirectos asociados a la pérdida de días laborales y de estudio.
La propuesta de la industria
Para buscar una solución, la industria biofarmacéutica lanzó en 2020 el Fondo de Acción AMR, una innovadora alianza que impulsan más de 20 laboratorios y que recaudó en su lanzamiento mil millones de dólares, junto con la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas, el Banco Europeo de Inversiones, el Wellcome Trust y la Organización Mundial de la Salud.
El Fondo de Acción AMR propone distintas estrategias, basadas todas en la cooperación multisectorial. Uno de sus focos de acción es aportar recursos y expertise a pequeñas compañías biotecnológicas para el desarrollo de nuevos antibióticos. Recientemente, el fondo informó su primera inversión en dos compañías biofarmacéuticas para avanzar en la aprobación de moléculas que venían desarrollando.
El objetivo del Fondo de Acción AMR es que, para 2030, haya en el mercado entre dos y cuatro nuevos antibióticos que puedan llegar a los pacientes. Lograr esta meta es central: según el Banco Mundial, 10 millones de personas por año podrían morir para 2050 si no se encuentran nuevos antimicrobianos.
Cómo evitar que se profundice la resistencia antimicrobiana
Mientras se trabaja para lograr nuevos antibióticos, es necesario el compromiso de todos para cuidar los que ya tenemos disponibles. Por eso, tanto pacientes como profesionales de la salud y gobiernos deben involucrarse y cumplir la parte que les toca para frenar la resistencia antimicrobiana:
- Evitar las infecciones respetando las pautas de higiene cotidianas, como el lavado correcto y frecuente de manos.
- No automedicarse.
- Sólo utilizar los antibióticos que prescribió el médico y de la manera en que los indicó.
- No compartir los antibióticos que sobren de un tratamiento.
- Los médicos sólo deben indicar antibióticos en caso de que sea estrictamente necesario.
- Las autoridades deben mejorar la prevención de infecciones y los programas de vigilancia de resistencia antimicrobiana.
Fuentes:
Fuente: Fondo de Acción AMR, Fifarma, Resistencia a los antimicrobianos: hora de actuar sobre la pandemia silenciosa (EFPIA)
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.